¿Por qué la Misa del Gallo se llama así?

NOCHEBUENA

El origen de una de las ceremonias más especiales del año para la confesión católica 

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Cant de la Sibil·la en la catedral de Barcelona, en 2021 

Xavier Cervera

Al filo de la media noche o por la tarde, en función de las parroquias, miles de fieles acudirán hoy a una de las misas más multitudinarias de la confesión católica. Denominada popularmente como Misa del Gallo, en ella los creyentes conmemoran el nacimiento de Jesús de Nazaret en un clima y una atmosfera irrepetible, creada por la espiritualidad de la Navidad.

“En esta noche nace el Amor, nace el Príncipe de la Paz que elige la humildad y la pobreza de un establo para entrar en nuestro Mundo”, explica el religioso Fra Valentí Serra de Manresa, archivero de los capuchinos de Sarrià, en Barcelona.

Misa del Gallo celebrada en 2022 en la iglesia de Cornellà del Terri (Girona).

Misa del Gallo celebrada en 2022 en la iglesia de Cornellà del Terri (Girona).

Jordi Font

Un rito que introdujo en Roma el papa Sixto III en el siglo V, a imagen y semejanza de la liturgia que se celebraba de noche en una gruta de Belén, según explica el vicepresidente del Instituto de Liturgia de Barcelona y párroco de Cornellà del Terri, Jordi Font. “De esta misa fue testigo una mujer llamada Egeria que tomó nota del ritual que se celebraba en Jerusulén; las peregrinaciones de la época entre Roma y Jersusalén y viceversa fueron esparciendo esta celebración que por imitación se hacía de noche”, explica.

La liturgia en Roma tenía lugar en un pequeño oratorio, frente a una réplica del pesebre, situado tras el altar mayor de la basílica de Santa María la Mayor. Sobre la celebración a media noche, Font explica que algunos autores apuntan que esa referencia puede venir del Libro de la Sabiduría, del Antiguo Testamento, en el que se puede leer en el capítulo 18: “Cuando un sosegado silencio todo lo envolvía y la noche se encontraba en la mitad de su carrera, tu Palabra omnipotente, cual implacable guerrero, saltó del cielo, desde el trono real, en medio de una tierra condenada al exterminio”.

Esta ceremonia fue introducida en Roma por el papa Sixto III, en el siglo V

Sin embargo, las primeras referencias de esta celebración religiosa llegaron mucho antes de que en el siglo V se instaurara esta tradición. Explica el religioso capuchino que al no conocerse con exactitud la fecha exacta del nacimiento del Mesías, en el siglo II se empezaron a celebrar litúrgicamente las distintas teofanías de Cristo en una sola fiesta: su natalicio, la manifestación de los Magos y el bautismo en el río Jordán durante los primeros días de enero, cuando el día empezaba a hacerse más largo.

“Roma desdobló la fiesta en tres celebraciones distintas, anticipando el 25 de diciembre la fiesta del nacimiento de Cristo ya que coincidía con el solsticio de invierno y así se quiso suplantar la fiesta pagana del Sol invictus por la festividad cristiana del Natalis invicti”, explica el religioso, que es también colaborador de Edicions Morera. 

Grabado del ilustrador del diario 'La Llumanera e Nova York', publiada para la colonia de catalanes en la ciudad norteamericana entre los años 1874 y 1881. La imagen representa una familia catalana de camino hacia la iglesia para celebrar la misa del gallo.

Grabado de Felip Cusachs, ilustrador de la revista 'La Llumanera de Nova York',  publicada para la colonia de catalanes en la ciudad norteamericana entre los años 1874 y 1881. La imagen representa a una familia catalana de camino a la iglesia para celebrar la misa del gallo.

Felip Cusachs

La primera referencia documental se encuentra, según el archivero capuchino, en el Calendario de Filócalo del año 336, un manuscrito romano del siglo IV que contiene una colección de documentos de naturaleza cronológica e histórica en el que se lee VIII Kalendas Ianuarii Natus Christus in Betleem.

Sobre el apodo que recibe esta misa, ‘del gallo’, también existen varias versiones. Explica Fra Valentí que en el rito litúrgico romano, la celebración de la Navidad, contempla tres misas. La primera se celebra ‘ad galli cantum’ a primera hora del día, todavía de noche. 

Varias versiones

Sobre el apodo de la misa, existen varias versiones

Según Fra Valentí se apoda ‘del gallo’ porqué según la tradición popular, los gallos durante la noche de Navidad se asociaron a los cantos de los ángeles para anunciar el nacimiento del Salvador. “Es por eso, que el pesebre catalán y provenzal cuenta con tantas figuras de gallos de pie anunciando el nacimiento del Redentor”, afirma. 

Sin embargo, el folclorista Amadeu Carbó explica en el libro ‘Celebrem el Nadal’ (Col·lecció de l’Ermità), que el nombre viene de la “duración extraordinaria” que tenía aquella misa, que empezaba a media noche y se alargaba hasta que cantaba gallo, a primera hora de la mañana.

Cant de la Sibil·la en Mahón, el 24 de diciembre de 2020.

Cant de la Sibil·la en Mahón, el 24 de diciembre de 2020.

David Arquimbau Sintes/EFE/Archivo

Sea como fuera, la misa del Gallo está ampliamente arraigada en los países de tradición católica, especialmente en España, en América Latina y también en Filipinas. Una celebración que arrancó en catedrales, conventos y monasterios de Europa y más tarde pasó a las parroquias. 

En Catalunya fue muy popular a partir del siglo XVIII hasta el punto que durante el siglo XIX, durante algunos años tuvo que prohibirse por las autoridades para evitar el barullo por exceso de fieles, según explica el archivero de los capuchinos de Sarrià.

Tiene un gran arraigo en países como España, los de América Latina y también en Filipinas

Una celebración que ha sufrido cambios a lo largo de su historia. El Concilio de Trento (1563) prohibió el Cant de el Sibil•la, uno de los momentos más esperados de la noche de Navidad, que pervivió en algunos templos de  Mallorca y S’Alguer.

El archivero de los capuchinos explica que el Concilio Vaticano II, supuso la eliminación cánticos en las iglesias de villancicos “demasiado populares o poco litúrgicos” y también han desaparecido los pájaros enjaulados que se llevaban a la iglesia para hacerlos cantar durante la interpretación del popular villancico Cant dels Ocells, al finalizar la misa. 

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Desde la covid algunas parroquias han avanzado su celebración, a la que según explica el párroco Jordi Font participa “mucha gente poco habitual”a ir a misa. Desde un tiempo a esta parte se celebra también la misa del Pollito, dirigida a familias con niños, que se suele celebrar la tarde del mismo 24 de diciembre.

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